Raymundo Pérez Romero

Los sabores que perduran

Mamá Elena, con sólo una mirada, le ordenó a Tita salir de la sala y deshacerse de las rosas. Pedro se dio cuenta de su osadía bastante tarde.

Tita apretaba las rosas con tal fuerza contra su pecho que, cuando llegó a la cocina. Las rosas que en un principio eran de color rosado, ya se habían vuelto rojas por la sangre de las manos y el pecho de Tita. Tenía que pensar rápidamente qué hacer con ellas. ¡Estaban tan hermosas! No era posible tirarlas a la basura, en primera porque nunca antes había recibido flores, y en segunda porque se las había regalado Pedro. De pronto escuchó claramente la voz de Nacha, dictándole una receta prehispánica donde se utilizaban pétalos de rosa...

Laura Esquivel, Cómo agua para chocolate

Muchas de las ocasiones nuestros gustos culinarios comienzan con los platillos preparados en las ocasiones especiales de nuestra familia, donde nuestras madres, abuelas y tías hacen los preparativos para la comida, desde el elegir los ingredientes, la compra, en donde la degustación de uno por uno va desarrollando una estrategia de antojos que será culminada con la servida del manjar.

Los planes para preparar un alimento que será del gusto de los festejados es una tradición que se remonta hasta muchos ayeres, su tradición de prepararlos es tan antiquísima como los mismos ingredientes, donde la receta pasa de mano en mano con mucho escrúpulo de cuidarlo y de no pasar la receta que ésta se convierte en un secreto bien resguardado que motivará a la guardiana a sacarlo en ocasiones que lo ameriten.

Las fiestas que nunca faltan en nuestro calendario son tan vastas y tan variadas que para cada ocasión los preparativos son particulares y generan expectativa entre las personas por que llegue ese tan ansiado día, el cual se comienza a saborear desde las mismas vísperas, espacio donde conviven los integrantes de la familia.

Las fiestas también tienen un pero, no son al libre albedrío de las preparadoras de los suculentos manjares, sino que éstas tomen en cuenta los tiempos de preparación y las temporadas del año donde se tienen en existencia los ingredientes, para ello es vital el que se tenga contemplado lo que se quiere según como dije líneas arriba, se festeje.

La intervención de dos o más personas en los preparativos del alimento tiene que ver por la cantidad de personas que sean las invitadas a la fiesta, donde pueden ser de una familia nuclear hasta parte de una comunidad o de varias familias reunidas por un festejo como los 15 años, un matrimonio, un bautizo, etc., cada evento tiene se característica que lo lleva a darle una importancia especial.

En Tlaxcala donde casi todo el año se lleva a cabo la fiesta patronal de alguna comunidad, el tradicional mole hace su aparición y en donde al igual que en cada lugar, cada persona tiene sus especias destacadas para darle ese sazón y distinción que lo separe de los demás y lo haga único, que sea recordado por los visitantes y dé con el recuerdo de la cocinera.

Cada cocinera tiene sus tiempos, y al igual que en otros aspectos de la alimentación, algunos espacios y actividades están vedados a otro género como es el caso de la cocina donde sólo entran puras mujeres, no admiten a caballeros o a la inversa, espacios masculinos donde las mujeres no tienen acceso, por lo que sus preparativos son genéricos e implican la realización de ciertos rituales de acción.

Ahora bien, con cada uno de los tiempos se preparan los trastos a utilizar, se previenen de material a utilizar y en algunos de los casos hasta llegan a acaparar de tiempo atrás leña, cazuelas, cucharas, ente otros utensilios que serán utilizados en dicho manjar.

Muchos de los invitados que acuden a la cita salen maravillados del sabor que les dejó en la boca el alimento comido, además del deseo de regresar la próxima ves a ese lugar de ricos sabores, con lo cual se llenan de esta forma los días de tradición de compartir con los demás de las venias de Dios entre los conocidos y familiares.

Si bien es cierto que los preparativos dejan ver una ocasión especial, también lo es el de los invitados quienes desde antes de arribar a la casa festejada, los olores invaden las calles aledañas y llevan casi a ciegas dejándose conducir por el olfato hacia el sitio donde los olores despiden un olor que es digno de guardar en nuestra memoria sensorial.

Nos leemos pronto, hasta luego.

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